Se viene, se viene, ¡se viene turismo! Mis amigos y yo ya nos estamos organizando para pasar una semana inolvidable. Nuestro plan incluye: recorrido por varias ciudades del interior, mucho mate, mucho asado y mucho truco.
Somos seis amigos y nos dividimos las tareas para no olvidarnos de nada. Pancho y Alfonso se encargan de la comida y son los asadores del grupo. Juan es el que pone el auto, es nuestro chofer. Diego se encarga del hospedaje, entiéndase acampada, así que es la persona responsable de que tengamos una carpa donde dormir, una garrafa para cocinar, elementos con qué cocinar y todas esas cosas. Tadeo es el encargado de la parte lúdica, es decir, es quien tiene que asegurarse de llevar cartas, pelota de fútbol y algún otro juego de caja.
Y yo soy el encargado de lo más importante, el mate, por lo tanto, tengo que comprar varios paquetes de yerba, de la roja, que es la que tomamos todos; asegurarme de que tengamos siempre agua, llevar el termo y siempre, siempre, tener el mate pronto. Así es, soy el cebador oficial del grupo.
Y esto de ser el cebador oficial me encanta porque este viaje no sería lo mismo sin él, no puede faltar. El asado, las charlas, el truco, todo sabe mejor con un mate en la mano.
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